Tesla ventas de coches, precio del níquel …y de nuevo Elon Musk y Twitter

Tesla acaba de poner sobre la mesa las ventas, al igual que otros fabricantes, de sus vehículos fabricados en China. De hecho, se trata de cifras oficiales que ha dado a conocer la Asociación de Automóviles de pasajeros de China. Ha vendido 56.515 coches en febrero, entre los que se incluyen los 33.315 dedicados a la exportación. Estas cifras suponen una caída del 5,6% frente a los comercializados en enero, pero más del doble frente al mismo mes del pasado año.

Tesla ya advirtió a principios de año de que las interrupciones en la cadena de suministro frenarían la capacidad de producción y que, por tanto, afectarían a su ritmo de montaje de coches a corto plazo. Y es que buena parte de la demanda europea de Tesla se cubre con las exportaciones de China y con el incremento de la producción de su gigafábrica de Shanghai que lleva funcionando desde 2019. Y no olvidemos que China es el mercado de vehículos eléctricos más grande del mundo.

A todo esto, se une además el incremento de los precios de las materias primas en estos días, como el níquel, un componente esencial para la fabricación de baterías para vehículos eléctricos, que proviene principalmente de Rusia. Con la llegada de la guerra la tonelada se ha elevado incluso, en el mercado de commodities de Londres por encima de los 100.000 dólares la onza.

Preocupaciones que se reflejan en su cotización que cede un 2,4% en las últimas cinco sesiones cotizadas, con caídas del 7,8% en el último mes, del 19,6% en el trimestre precedente y del 18,7% en el último año. Tesla mantiene una capitalización de 843.520 millones, todavía lejos del billón alcanzado por primera vez en octubre pasado.

La buena noticia llega de Alemania, de su GigaBerlín que parece que tras toda la burocracia ha quedado atrás con la licencia condicional otorgada para las plantas de vehículos y baterías en Brandeburgo. Una fábrica que se ha ido retrasando desde el verano pasado a medio camino entre la pandemia, los verdes y los problemas relacionados con la cadena de suministro. Una fábrica que recordemos le ha costado a Tesla la friolera de 5.500 millones de dólares y que podría empezar a operar en los próximos meses.

Mientras, Elon Musk ha puesto sobre la mesa lo que a su juicio es una necesidad: que Estados Unidos extraiga más gas y petróleo de manera inmediata para reducir la dependencia rusa, como indicaba en este tuit.

Todo ello claro, en contra de los intereses de la compañía de la que es el mayor accionista, Tesla, con tiempos extraordinarios dice, que requieren medidas extraordinarias. Eso sí añadiendo una realidad en un tuit posterior y es que las soluciones energéticas sostenibles no surgen de manera instantánea para suplir las exportaciones rusas de gas y petróleo y poniendo en valor que Estados Unidos es el mayor productor de petróleo del mundo, a la vez que el mayor consumidor actual.

Además, a través, claro, de otro tuit, ha pedido al juez que ponga fin a la supervisión de la SEC, la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU de sus publicaciones en Twitter por las que investiga si él y su hermano Kimbal violaron las leyes del mercado de valores al vender acciones a finales del pasado año, en virtud de un acuerdo de 2018.

En cuanto a sus recomendaciones, desde TipRanks de los 28 analistas que siguen el valor en el mercado, 15 optan por comprar, 7 por mantener sus acciones en cartera y 6 más por vender con precio objetivo medio de 1.068,40 dólares la acción, lo que representa un alza del 24,4%.

Mientras desde Wedbush, su analista estrella Dan Ives considera que el visto bueno a que comience sus operaciones en GigaBerlín es una gran noticia, que incluso puso en tela de juicio en ocasiones su apertura. Y considera que es de gran importancia para la huella de Tesla en Europa, pero también en todo el mundo, ante los problemas de logística en la fabricación china que se ha reflejado claramente en la caída de ventas del último mes.

Además de no ser sostenible producir allí los coches del Viejo Continente. Tesla espera producir en la nueva factoría alemana a un ritmo de 500.000 unidades al año, aunque Ives considera que podría alcanzar los 2 millones de vehículos.

El analista coloca en el precio objetivo de sus acciones en 1.400 dólares.

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